miércoles, 25 de abril de 2012

¿Dónde está mi médico de cabecera?

Sí, yo reivindico la figura del médico de cabecera o familia como se les llama ahora. Esos médicos que te conocen a ti y toda tu familia desde que eres pequeña, esos que nada más que llegabas a la consulta sabían por tu expresión lo que te pasaba, esos que te preguntaban como iba tu madre con su tensión arterial o por la dieta de tu padre, esos que se ocupaban de tu embarazo desde el inicio, los que también cuidaban de tu salud mental, de tu vejez….

En algunos pueblos aun existen estos médicos maravillosos que se convierten en un miembro mas de tu familia, incluso aquí en Marbella yo he tenido la suerte de tener uno de estos médicos de familia durante muchos años, y la verdad es que tengo mucho que agradecerle. Él se ocupo durante muchos años junto con mi reumatólogo de mi Artritis Reumatoide, de mis frecuentes infecciones de garganta, fue el que me medicó para mi hipertensión, y por supuesto también estuvo en mi depresión. Él me enseñó a entender mejor lo que me pasaba y por qué. También era el médico de dos de mis hermanos, a uno le trato su hipertensión temprana y sus subidas de ácido úrico y a mi hermana él la llevó durante todo el embarazo.
Pero un buen día, hará unos seis años, acudí a su consulta como de costumbre y simplemente ya no estaba allí, lo habían trasladado a otro centro al cual por mi situación geográfica no me pertenecía ir.

¡Así, de buenas a primeras!, sin comunicárnoslo a sus pacientes, ¿para qué?

Te quedas fuera de lugar, pero no puedes hacer nada, te resignas y comienzas tu rutina con el nuevo que te toque, tú crees que se quedará por lo menos por unos años, le cuentas tu historia, intentas hacer buenas migas para que la relación médico - paciente sea la adecuada, pero esta doctora sólo me duro dos años…. Y otra médica nueva… Otra vez la misma historia, en los últimos cuatro años he tenido tres doctoras, la última la tengo desde Diciembre y ella misma me ha dicho que su contrato es hasta Junio.

Es buena y se preocupa, pero yo ya no tengo ganas de seguir siempre igual, sin poder hacerme amiga de mi médico, sin que llegue a conocerme, teniendo que explicar que soy una enferma de Artritis Reumatoide, que soy hipertensa, que mi salud mental no esta muy boyante, ya que tengo frecuentes depresiones, que el insomnio no me abandona, y tantas cosas más que le contaría si ella fuese mi médico de cabecera.

Ella no tiene la culpa, pero mucho menos yo, así que ahora me limito a acudir a la consulta, pedir lo que necesito y volver a mi casa con la sensación de que, exceptuando a mi Reumatóloga, en los demás temas de enfermedad estoy sola, me siento triste y desanimada y por eso es por lo que reivindico la figura del médico de cabecera.

¡Ojalá cambien las cosas! Los pacientes nos merecemos algo mejor.

Encarni Duran.


martes, 10 de abril de 2012

ENFERMA DE ARTRITIS PSORIASICA

La palabra cáncer, infarto, derrame cerebral, artrosis, pleuresía, insuficiencia renal, pericarditis, ceguera, infección, inflamación, tuberculosis, diarrea crónica, inmunodepresión, discapacidad, minusvalía o dolor agudo son palabras más o menos conocidas para aquél que las quiera entender.

ARTRITIS REUMATOIDE, ARTRITIS PSORIÁSICA, ARTRITIS IDIOPÁTICA JUVENIL, ESPONDILITIS ANQUILOSANTE, son enfermedades del sistema inmunológico, es decir del sistema de defensas de nuestro organismo. Su origen y sus causas no las conocen con certeza ni la misma ciencia.

Ana Pedrosa
EL DESCONOCIMIENTO DE LA SOCIEDAD ES INCOMPRENSIBLE, pues a día de hoy hay cifras espeluznantes, en España unos 240.000 personas la padecen, también 3.1 millones de hispanos, pero tal vez si hablásemos de EVA NASARRE, SEVERIANO BALLESTEROS, O EL GRAN GOLFISTA PHIL MICKELSON, (criticado por bajar el listón de su rendimiento, sin saber que ocultaba una dolencia artrítica), alguien nos escucharía, nos comprendería.

La enfermedad no respeta sexo, edad, ni raza. Conocemos algún caso que no alcanzará la adolescencia, la mayoría después de un período de negación, asumiremos la enfermedad intentando superar los obstáculos que nos vayamos encontrando.

Tener cualquier variedad de artritis conlleva estar expuesto a padecer cualquier complicación de las que enumeraba en la cabecera de mi exposición.

La artritis te coge por sorpresa, no avisa, no respeta articulaciones ni órganos, campa a sus anchas cómo y cuando quiere, decide por ti, coarta tus acciones, tus decisiones, tus planificaciones, limita tus movimientos, exacerba tu cansancio, cambia tus sentimientos, desestabiliza familias. Pero, amig@s, tenemos que gritar a los cuatro vientos que somos positivos y luchadores, que aún teniendo a un magnífico equipo médico las veinticuatro horas del día a nuestra disposición y unos tratamientos innovadores y agresivos, ( tanto que hasta los besos nos pueden ser prohibidos por evitar la exposición a cualquier virus que nos pueda agravar nuestra situación).

LA ARTRITIS NO TIENE CURA, NO EXISTE MEJORÍA, LOS ÓRGANOS Y ARTICULACIONES PUEDEN EN ALGUNOS CASOS ESTABILIZARSE, PERO NADA MÁS, NO HAY VUELTA ATRÁS.

Nuestra fortaleza psicológica es superior a la de muchísimas personas que padeciendo terribles enfermedades, tienen la esperanza que sea de manera temporal y transitoria, pues para ellas existe una posibilidad entre un millar de TENER CURA, NOSOTR@S NO.

Sólo en los casos de artritis idiopática juvenil hay posibilidades de remisión, por suerte para nuestr@s hij@s.

Este documento está dirigido a tod@s aquellas personas que comparten mi vida, mi día a día, son muchas, pero no quisiera dejar de enumerar a algún@s que me han apoyado incondicionalmente. A Isabel Sevilla hermana de facebook, a Reme presidenta de la asociación malagueña de ARTRITIS REUMATOIDE (AMARE), a su secretaría Encarni ejemplo de superación, a Vanessa Nájera y Marisa Carrizo que desde el otro lado del océano nos hermanamos por o con la enfermedad y hacemos que el lastre sea más llevadero, a mis hijos, a mi esposo, a mi fiel compañero de tratamiento mi hermano Emilio, a Isabel Silva siempre dispuesta a tender una mano tal vez porque sabe muy bien lo que es estar enferma y a tod@s los demás que sois innumerables.

Deseo haberme explicado en un lenguaje llano, sencillo para QUE NOS ENTIENDAN AQUELL@S QUE NOS QUIERAN ENTENDER, no he utilizado términos médicos porque para publicar éste, nuestro manifiesto a la incomprensión no era necesario.

Ana Pedrosa Cáceres